Saturday, September 08, 2007

Reflexión

Porque hago lo que hago? Una pregunta sencilla y, sin embargo, tan compleja. Podría decir que lo hago por vocación, por instinto, por ocupación. Pero, es mucho más que eso, lo hago por amor a la profesión, por un inexplicable sentido de la verdad. Cuando era niña todas mis compañeritas de la escuela jugaban a ser mamá o doctora , mis sueños en cambio iban mucho más allá. Cada vez que estaba triste o contenta o preocupada tomaba un lápiz y una hoja de papel y empezaba a escribir. Como en un río caudaloso fluía un mar de palabras, una oración llevaba a la otra hasta que me daba cuenta que había escrito todo un párrafo. Buscaba expresarme mediante poemas que yo misma redactaba o pequeños cuentos que inventaba. Dicen que hay personas que, desde el momento mismo en que nacen, saben con inquietante claridad cual es su objetivo en la vida, y yo siempre supe cual era el mío: escribir.
Me miro al espejo día tras día y al ver mi reflejo me pregunto alarmada, a la vez que preocupada, “¿Cómo puede alguien desear tanto algo y sin embargo no conseguirlo?” Tengo 23 años, un título de Licenciada en Periodismo, hablo a la perfección Inglés, Portugués, Francés y Japonés, mi currículum está formado por seis hojas tamaño oficio que describen todos los cursos que realicé a lo largo de estos años. Nadie puede verlo, o quizás no quieren hacerlo, todo el sacrificio, todo el gasto, el esfuerzo, la inversión y la dedicación que hay en esas seis hojas. En esas simples seis hojas que dicen todo lo que soy y revelan mis más hondos anhelos. Nadie entiende lo duro que es necesitar un trabajo, necesitar tanto el dinero y golpear puertas y más puertas, solo para ver que cada una de ellas está cerrada, que nadie responde. Mañana tras mañana salgo con mi currículum, en su hermosa carpeta de color negro, con mi dignidad y la esperanza en el bolsillo rogando a Dios que consiga algo, que por favor lo consiga. Estoy trabajando como voluntaria en una ONG que ayuda a la comunidad indígena Peruti, en la Provincia de Misiones, hace más de un año, pero no recibo un sueldo por ello. El trabajo me enriquece el alma y el hecho de ayudar a los niños es como una brisa fresca que alivia cualquier herida que pueda tener mi corazón fatigado ya de tantas injusticias. Pero con ese trabajo yo no logro pagar las cuentas, ni los tantos remedios que mi abuela necesita, ni sus consultas al cardiólogo..ni nada. Miro a mí alrededor y no entiendo porque a veces la vida es como es. Porque personas mucho menos capacitadas, personas que no necesitan el dinero, personas que no se esforzaron tanto lo consiguen y yo no. Fui a millones de entrevistas .fui a tantas, que podría hasta escribir un libro en ocho tomos con todas mis anécdotas. Me llamaron para ofrecerme el maravilloso puesto de “Secretaria de entretenimientos” o para “Coordinadora de desayunos en veleros”, también solicitaron mis servicios para “Asesora personal del gerente y encargada de acompañarlo en sus viajes” ,etc,etc. Cuando creo que ya lo escuche todo, que ya nada puede sorprenderme, suena el teléfono y me doy cuenta que si es posible. Ayer me citaron para una entrevista en un hotel a las 21:00 hs para que un tal “ Felipe” me entrevistara..ah! lo mejor de todo es el tipo de trabajo!! : “Encargada de Relaciones Públicas de una Empresa que se dedica a la comercialización de Hierbas y yuyos medicinales”, en unas palabras: Marihuana y Cocaína.
Al hacer el trabajo para la materia de ética tenia que escribir un pequeño párrafo explicando porque, como periodista, hago lo que hago. Durante varios minutos me quede mirando, como hipnotizada, la computadora. Mi mente pensaba tantas cosas diferentes, mi corazón quería gritar lo que sentía. La respuesta es: Hago lo que hago, porque a pesar de las injusticias, de los rechazos, de las indignaciones, de las puertas cerradas, de los abusos, porque a pesar de que a veces sienta que el mundo mismo está en mi contra, yo amo lo que hago… vivo para lo que hago.

1 comment:

Anonymous said...

Poder leerte y saber de ti, es una brisa fresaca que entra en mi a veces alebrestada alma.

No te desanimes. Animo. Solo la perseverancia puede rendir frutos; lo que al final parece imposible tarde o temprano llegará. Naciste para luchar por lo que soñaste, y una niña linda como tú no puede más que triunfar.

Me has inspirado a seguir el camino de la escritura, bien lo sabes. Eres una extraordinaria mujer, no lo olvides. Tarde o temprano el árbol caera, es imposible que resista tanto golpeteo.

Saludos,
Bruno