La violencia : El protagonista de siempre

En los últimos años, el fútbol es sinónimo de muertos y heridos. Pero, en la mayoría de los casos, la Justicia no alcanzó a dictar sentencia condenatoria

El fútbol argentino es un ámbito en el cual la violencia gana por goleada desde hace años. Se nota en las piedras, los puñales y las pistolas que algunos llevan a la cancha.
El árbitro es siempre la figura polémica, acusado la mayoría de las veces de un arbitraje imparcial, de ser malintencionado , deshonesto y hasta ladrón.
Técnicos y comentaristas deportivos se hacen eco de lo que las barras bravas ejecutan contra sus pares y frente a la policía. Domina en este ámbito la cultura del otro-rival, del otro-enemigo.
El deporte es considerado, muchas veces, como un amplio campo para el debate de patrones de conducta, estructuras sociales, y relaciones institucionales, que ofrece oportunidades singulares para el estudio y comprensión de las complejidades de la vida social. El público deportivo es, en cuanto fenómeno de masas, relativamente reciente y remite por lo tanto a la existencia de cambios fundamentales en la organización social general.
Así como los jugadores son fuertes receptores de amenazas y agresiones físicas, el problema central radica en el hecho de que casi nadie se anima a hablar sin censuras sobre las barras bravas, de los dirigentes que las mantienen, de ciertos políticos y gremialistas que las usan como fuerza de choque y de las autoridades que prefieren mirar para el otro lado a la hora de tomar una decisión. El jugador conoce al barrabrava, aunque jamás lo señalaría con el dedo, tal vez por temor a una represalia o quizás porque piensa que el silencio es la mejor respuesta para solucionar un problema, por todo esto es que muchos de los jugadores no se sienten cómplices de los actos delictivos y vandálicos que ocasionan algunos hinchas. La justicia , por su parte, prefiere mirar para otro lado, amparándose en que no tiene los elementos necesarios como para actuar , ya que carece de leyes suficientes como para evitar la violencia durante los partidos de fútbol.
Debido a la cantidad de muertos y heridos en los encuentros deportivos, se decidió hacer una campaña llamada” No más violencia”. El objetivo es fomentar la participación positiva, alentando el estima por el juego como sinónimo de diversión y entretenimiento. Para esto se distribuyeron volantes en lugares de concurrencia masiva como estadios de fútbol, escuelas, autopistas, entre otros. Además en cada partido se exhibirá una bandera de 12 x 8 metros que llevará la leyenda” No más violencia, un mensaje de Díos”. Será ingresada en el campo de juego en todos los partidos de la Asociación Futbolística Argentina ( A.F.A), por jóvenes que vestirán remeras con la misma frase. En algunos casos se contará con la participación de niños de diferentes edades que usarán las camisetas de los diferentes clubes de la Ciudad de Buenos Aires y saldrán abrazados al campo de juego.
Mientras los jugadores de Boca esperan ansiosos su próximo partido, la barra brava del club, conocida como “ la 12” prometió darse cita en la Bombonera para asistir el partido. En un contexto en donde el fútbol como deporte en sí ya no les importa demasiado, en donde el ganar lo es todo, ante la pasividad y la complicidad generalizada, es probable que las estadísticas sobre violencia continúen creciendo.